Referencia: Fox y colaboradores. Short-term Outcomes of Acute Myocardial Infarction in Patients with Acute Kidney Injury: A Report from the National Cardiovascular Data Registry. Circulation 2012 (in press).
La presencia de insuficiencia renal crónica es frecuente en pacientes referidos a angioplastia. Su presencia se asocia a una mayor mortalidad y sangrado. Sin embargo, se desconoce la prevalencia y el impacto de la presencia de insuficiencia renal aguda (IRA) en el contexto del infarto agudo de miocardio (IAM). En un reciente análisis del registro nacional norteamericano e ACTION Registry®-GWTG (N=59970, Julio 2008 a Septiembre 2009), la tasa de IRA (cambio de creatinina >0.3 mg/dl) fue de 16%. En este estudio, la incidencia de IRA estuvo relacionada a la necesidad de cirugía o cateterismo de urgencia, así como la presencia de múltiples factores de riesgo coronarios. Se observó una mayor mortalidad en pacientes con IRA (2.1% versus 15%, p<0,001), aumentando la mortalidad con dependió de la severidad de la IRA (leve 6.6%, moderada 14.2% y severa 31.8%). Además, el riesgo excesivo de muerte persistió aun excluyendo pacientes en shock cardiogènico, sometidos a cirugía de urgencia o con insuficiencia renal pre-existente. Cabe destacar que los pacientes con IRA recibieron un número menor de drogas anti-trombóticas y fueron menos revascularizados que los pacientes sin IRA. A pesar de esto, presentaron un mayor riesgo de sangrado (22% versus 8,4%, p<0,01).
Discusión: La presencia de IRA es frecuente durante un IAM y su incidencia depende tanto de la presencia de factores de riesgo coronarios como de la estabilidad de su presentación clínica. En este estudio, el riesgo de sangrado y muerte aumentó con la severidad de la IRA. En orden de optimizar el tratamiento medico e invasivo en este grupo de pacientes de alto riesgo, debemos balancear el riesgo de sangrado y el riesgo isquémico. Independientemente de la presencia de IRA, existen algunas maniobras que se pueden implementar para mejorar el resultado percutáneo en el contexto de IAM: 1) reducir el tiempo puerta –balón, 2) adoptar el acceso transradial, hecho que reduce el riesgo de sangrado en el sitio del acceso vascular, 3) utilizar bivalirudina como monoterapia anticoagulante, hecho que reduce el riesgo de sangrado, 4) uso de nuevas generaciones de anti-trombóticos (prasugrel y ticagrelor). En particular, ticagrelor ha demostrado ser más eficaz en reducir el riesgo isquémico e igual de seguro que el clopidogrel en pacientes con síndrome coronario agudo portadores de insuficiencia renal crónica. 5) utilizar bajas dosis de aspirina (100-200 mg) en caso de utilizar ticagrelor o prasugrel. 6) evitar el tratamiento de vasos o lesiones no culpables, hecho que reduce el número de stent implantados, factor directamente relacionado con el riesgo de trombosis. 7) Probablemente, el uso de stent farmacológicos de nueva generación resulte beneficioso debido a su reducida tasa de trombosis y gran efecto antiproliferativo.
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