Título original: Incidences, Predictors, and Clinical Outcomes of Acute and Late Stent Malapposition Detected by Optical Coherence Tomography After Drug-Eluting Stent Implantation Referencia: Im E. et al. CircCardiovascInterv. 2014 Jan 14. [Epubahead of print]
Este trabajo analizó las imágenes por tomografía de coherencia óptica (OCT) de 351 pacientes con 356 lesionesque recibieron stents farmacológicos entre el 2009 y el 2011. Los stents farmacológicos utilizados fueron liberadores de sirolimus, everolimus, zotarolimus y biolimus.
Más de la mitad de los pacientes (62%) mostraron mala aposición aguda en el análisis por OCT, mientras que la tasa de mala aposición persistente y adquirida en forma tardía fue del 31% y el 16% respectivamente. El 69% de los pacientes que mostraron mala aposición post implante inmediato la resolvieron en el seguimiento.
Los predictores independiente de mala aposición aguda fueron: lesión calcificada (OR 11.19; p<0.001), longitud del stent mayor a 25 mm (OR 3.8; p=0.033) y que la lesión basalmente presente un diámetro de estenosis >70% (OR 2.45; p=0.015).
En el seguimiento por OCT a una media de 175±60 días posterior al implante del stent farmacológico se observó que un tercio de los stents con mala aposición aguda persistían mal aposicionados (mala aposición tardía persistente) y esto se localizó típicamente en los bordes (72%). Un volumen de stent mal aposicionado de 2.56 mm³ o mayor dividió a la población entre aquellos con mala aposición tardía persistente de los que resolvieron la mala aposición aguda en forma espontánea.
La mala aposición adquirida tardíamente se detectó en un 15% de las lesiones, usualmente se encontró en el cuerpo del stent y se asoció al prolapso de placa o trombo luego del implante. No se observaron eventos como muerte, infarto o trombosis del stent en aquellos pacientes con mala aposición tardía durante el seguimiento a 28.6±10.3 meses luego del stent farmacológico.
Conclusión:
La mala aposición diagnosticada por tomografía de coherencia óptica tanto aguda, tardía persistente como adquirida en forma tardía resultó relativamente frecuente aunque diferentes factores influenciaron a cada una. La evolución clínica de estos pacientes a más de dos años de seguimiento fue muy favorable.
Comentario editorial
La mayoría de los pacientes analizados recibieron doble antiagregación por al menos 12 meses y stents farmacológicos de 2° generación lo que posiblemente haya amortiguado la aparición de eventos en el seguimiento de una población que clásicamente se la consideró con mayor riesgo al menos de trombosis.
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