En Europa y Estados Unidos, la estenosis aórtica es la valvulopatía que recibe más intervenciones (ya sea quirúrgica o percutánea) y, como sabemos, el TAVI ha traído grandes progresos en esta enfermedad.
Sin embargo, el “tendón de Aquiles” de esta técnica en las válvulas autoexpandibles es la tasa de implantación de marcapasos definitivo (MCPD), que es de 3 a 4 veces más frecuente que en la cirugía. Esto genera mayores costos, un riesgo más elevado de que los pacientes sufran complicaciones hospitalarias y en el seguimiento, y una mayor presencia de insuficiencia tricuspídea.
En este sentido, la estrategia de un implante más alto o Cusp Overlapping (COVL) quizás pueda resolver este inconveniente.
En el presente estudio se analizaron 444 pacientes que recibieron TAVI. De estos procedimientos, 175 se implantaron con la técnica de COVL (39.4%) y el resto mediante la técnica clásica de implante de válvula aórtica.
Si bien las poblaciones fueron similares, hubo ciertas diferencias con respecto a la edad, hipertensión, stroke, el STS Score y la presencia de bloqueo A-V de primer grado.
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El gradiente medio fue de 45 mmHg, el perímetro de 74 mm y un score de calcio de 2.587 U Agatston.
El éxito del procedimiento ocurrió en el 96% de los casos. El acceso más utilizado fue el femoral derecho, el 30% requirió pre-dilatación y el 30.9% post-dilatación.
La mortalidad fue de 0.23, stroke 1.1, embolización de la válvula 0.4, sangrado mayor 1.1 y bloqueo A-V de alto grado 12.2%. No hubo diferencias entre los grupos, pero la necesidad de marcapasos definitivo fue menor en el COVL (12.6 vs. 21.2% (P= 0.02; RR: 0.59; 95% CI: 0.38-0.93)), al igual que la profundidad medida desde la cúspide no coronariana hasta el final de la válvula: 4.2 mm vs.5.14 mm (P=<0.001).
Para homogeneizar las poblaciones se realizó un Propensity Score, quedando 161 pares de pacientes. No hubo diferencias en las características ni en la evolución, siendo muy similar a los resultados previos.
La necesidad de MCPD fue menor en los que recibieron COVL: 11.8% vs 21.7% respectivamente (P = 0.03; RR: 0.54; 95% CI: 0.32-0.91), al igual que la profundidad del implante medida desde el seno no coronariano 4.2±2.1 mm vs. 5.3±2.6 mm (P < 0.001).
Conclusión
El presente estudio mostró que la técnica de COVL reduce significativamente la necesidad de marcapasos definitivo en el implante de las válvulas autoexpandibles comparada con la técnica clásica, con una tasa similar de complicaciones.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org
Título Original: Permanent Pacemaker Reduction Using Cusp-Overlapping Projection in TAVR A Propensity Score Analysis.
Referencia: Isaac Pascual, et al. J Am Coll Cardiol Intv 2022;15:150–161.
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