La incorporación de reserva fraccional de flujo (FFR) ha permitido cambiar el modo de tratamiento en las intervenciones coronarias. La recomendación actual, según las guías, avala su uso en lesiones intermedias sin evidencia de isquemia en estudios no invasivos en pacientes con enfermedad multivaso.
En el estudio original RIPCORD (routine pressure wire assessment influence management strategy at coronoary angiography for diagnosis of chest pain) se propuso la medición rutinaria con guía de presión antes de continuar con una estrategia definida como el tratamiento médico optimo (OMT), angioplastia (PCI) o cirugía revascularización miocárdica (CABG). En este trabajo se cambió el plan terapéutico en un 26% de los casos posterior a la valoración funcional con FFR.
El RIPCORD 2 es un estudio abierto, prospectivo randomizado cuyo objetivo es evaluar si la aplicación sistemática de FFR en todas las arterias coronarias relevantes, en el momento del diagnóstico, permitiría mejorar el uso de recursos, calidad de vida y desenlaces clínicos comparados con la angiografía convencional.
Incorporaron pacientes con angina estable o síndrome coronario sin elevación del ST (SCA) que se encontraban en plan de coronariografía. Se realizó FFR en todas las arterias relevantes, independientemente de la presencia de ateroma o no, excluyendo a aquellas con oclusión o suboclusión con TIMI <3. Se usaron guías de presión (PW) COMET (Boston Scientific). Los desenlaces buscados fueron costo total hospitalario y calidad de vida.
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Se randomizaron 1100 pacientes de 17 centros del reino unido (UK) entre 2016 y 2018. La mitad de la población presentaba SCA, edad promedio de 64 años, 75% hombres y 19% diabetes y más de dos tercios presentaron o una lesión en un vaso o sin lesiones. Las complicaciones relacionadas al uso de PW fue de 1.8%.
Con los resultados del FFR los médicos tratantes pudieron establecer un plan definitivo de tratamiento en >98% de los casos, mientras que en el grupo angiografía, se requirió otra prueba para definir conducta en el 14.7%.
No hubo diferencias significativas en el punto final de calidad de vida con escala visual análoga: 75 (RIC, 60-87) para angiografía vs 75 (RIC 60-90) para la rama FFR (P=0.88). Los costos hospitalarios promedios fueron similares en ambos grupos: 4136£ la rama angiografía vs 4510£ los tratados con angiografía más FFR (RIC 2721£ – 7415£; P=0.137).
No hubo diferencias significativas entre eventos individuales ni en el compuesto de eventos cardiovasculares mayores.
Conclusiones
En este estudio se evidenció que una estrategia sistemática FFR rutinaria no tuvo impacto en costos comparado con el manejo guiado por angiografía, lo que a su vez, no se asoció a mejoras en la calidad de vida al año.
Dr. Omar Tupayachi.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Routine Pressure Wire Assessment Versus Conventional Angiography in the Management of Patients With Coronary Artery Disease: The RIPCORD 2 Trial.
Fuente: Stables, Rodney H et al. “Routine Pressure Wire Assessment Versus Conventional Angiography in the Management of Patients With Coronary Artery Disease: The RIPCORD 2 Trial.” Circulation vol. 146,9 (2022): 687-698. doi:10.1161/CIRCULATIONAHA.121.057793.
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