Durante muchos años, la angioplastia coronaria transluminal percutánea (ATC) ha experimentado un crecimiento significativo en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de las demostradas ventajas del ultrasonido intravascular (IVUS) en términos de área luminal mínima, reducción de eventos cardiovasculares y reestenosis, su uso no es muy común debido a diversas razones.
Por otro lado, la tomografía de coherencia óptica (OCT) ofrece una resolución aún mayor que el IVUS. Aunque existen informes que la comparan con la angiografía, aún carecemos de estudios aleatorizados que la comparen directamente con la ATC guiada por angiografía (ATC GA).
El estudio ILUMIEN IV: OPTIMAL PCI es un estudio prospectivo a gran escala que se realizó de manera aleatoria (1:1) y comparó la ATC guiada por OCT (ATC OCT) con la ATC guiada por angiografía (ATC GA). El estudio incluyó un total de 1.233 pacientes que recibieron ATC OCT y 1.254 pacientes que recibieron ATC GA, utilizando el stent XIENCE.
Se evaluaron dos puntos finales primarios: el punto final primario de eficacia (PFP E), que se refiere al área mínima final del stent, y el punto final primario clínico (PFP C), definido como TLF a 2 años, como muerte cardíaca, infarto o revascularización guiada por isquemia del vaso tratado.
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Ambos grupos de pacientes eran comparables en términos de características, con una edad media de 65 años, un 78% de hombres, un 72% con hipertensión, un 42% con diabetes, un 22% con infarto agudo de miocardio (IAM), un 13% con ATC previa, un 5% con cirugía de revascularización miocárdica (CRM), una tasa de filtración glomerular estimada (eGFR) de 79 ml/min, un 2.2% en diálisis y una fracción de eyección del 55%.
En cuanto a la presentación clínica, el 14% de los pacientes tenían isquemia silente, el 28% angina crónica estable, el 28% angina inestable, el 24% NSTEMI y el 6% STEMI reciente. No se observaron diferencias significativas en cuanto al tratamiento médico recibido.
Además, no se encontraron diferencias en la predilatación, el número de vasos tratados ni en la cantidad de stents implantados entre los grupos. Sin embargo, el tiempo del procedimiento, el tiempo de fluoroscopía y la cantidad de contraste administrado fueron ligeramente mayores en el grupo que recibió ATC OCT.
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En cuanto a los resultados, el PFP E favoreció al grupo que recibió ATC OCT, con un área mínima del stent de 5.72 ± 2.04 mm2 en comparación con 5.36 ± 1.87 mm2 en el grupo de ATC GA (diferencia media de 0.36 mm2; intervalo de confianza del 95% [CI], 0.21 a 0.51; P <0.001). Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas en el PFP C (7.4% frente al 8.2%; hazard ratio, 0.90; CI del 95%, 0.67 a 1.19; P = 0.45). Tampoco se observaron diferencias en términos de muerte cardíaca, infarto ni revascularización guiada por isquemia del vaso tratado.
Conclusión
Los pacientes sometidos a ATC guiada por OCT obtuvieron un área mínima del stent significativamente mayor en comparación con aquellos guiados por angiografía. Sin embargo, no se observaron diferencias evidentes en los eventos cardiovasculares importantes a 2 años (TLF).
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Optical Coherence Tomography–Guided versus Angiography-Guided PCI.
Referencia: Ziad A. Ali, et al. NEJM DOI: 10.1056/NEJMoa2305861.
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