En pacientes con enfermedad ateroesclerótica de alto riesgo, como los afectados por enfermedad coronaria, se ha demostrado que alcanzar los niveles objetivos de LDL a través de un tratamiento de alta intensidad con estatinas conlleva una disminución significativa de eventos cardiovasculares a largo plazo, según varios estudios. Por lo tanto, el manejo de la dislipemia se ha convertido en un pilar fundamental de la prevención secundaria.
Sin embargo, la dificultad para alcanzar estos objetivos se manifiesta en la discrepancia entre las recomendaciones de las guías (en cuanto a las dosis) y lo que realmente se observa en la práctica clínica, donde la baja adherencia debido a efectos adversos es común.
En respuesta a esta problemática, se planteó la hipótesis de que iniciar precozmente una combinación de dosis bajas de estatinas con ezetimibe podría lograr una reducción equivalente del LDL, con menos efectos adversos
Esta premisa dio lugar al estudio RACING, que demostró la no inferioridad de la combinación de rosuvastatina 10 mg y ezetimibe 10 mg frente a la monoterapia con rosuvastatina 20 mg en un seguimiento de 3 años. Además de demostrar una mejor adherencia al tratamiento en el grupo de combinación, se observó una reducción del LDL más pronunciada en esta rama.
El objetivo de este estudio es evaluar la aplicabilidad de los hallazgos del estudio RACING en pacientes que se sometieron a una angioplastia coronaria (PCI), utilizando datos de la base de datos nacional de Corea (NHIS de Corea).
Se incluyeron en el análisis un total de 72,622 pacientes sometidos a PCI, de los cuales 11,280 recibieron la combinación de medicamentos y 61,342 recibieron monoterapia con estatina. El punto final primario fue un compuesto cardiovascular que incluyó muerte, infarto de miocardio, revascularización coronaria, hospitalización por insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular no fatal, durante un seguimiento de tres años. Los puntos secundarios de seguridad incluyeron la interrupción del tratamiento durante más de 180 días y la aparición de efectos adversos, como el inicio de la diabetes mellitus, la rabdomiólisis, la enfermedad de la vesícula que requiere colecistectomía y el nuevo diagnóstico de cáncer.
En el grupo de pacientes tratados con la combinación de medicamentos, se observó que el 89.7% continuó con la misma dosis de estatinas, en contraste con el 78.1% en el grupo de monoterapia (P < 0.001). Además, se encontró que el punto final primario fue significativamente menor en el grupo de combinación (11.6% vs. 15.2%; HR: 0.75; IC95%: 0.70-0.79; P < 0.001).
Los análisis de subgrupo respaldaron estos resultados beneficiosos. En cuanto a la seguridad, la interrupción del tratamiento fue menos frecuente en el grupo de combinación (6.5% vs. 7.6%; HR: 0.85; IC95%: 0.78-0.94; P < 0.001) y se asoció con una menor incidencia de diabetes de nuevo diagnóstico (7.7% vs. 9.6%; HR: 0.80; IC95%: 0.72-0.88; P < 0.001).
Conclusiones
En conclusión, en pacientes sometidos a una PCI, la combinación de medicamentos para reducir los lípidos se asoció con una disminución de eventos cardiovasculares, una menor tasa de abandono del tratamiento y una menor incidencia de efectos adversos, incluyendo la diabetes de nuevo diagnóstico. Aunque estos resultados respaldan la eficacia y seguridad de la terapia combinada, es importante destacar que estos resultados se basan en la población estudiada en Corea, por lo que se requiere una validación más amplia para obtener una comprensión completa del tratamiento antilipídico adecuado.
Dr. Omar Tupayachi.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Combination Lipid-Lowering Therapy in Patients Undergoing Percutaneous Coronary Intervention.
Referencia: Lee, Seung-Jun et al. “Combination Lipid-Lowering Therapy in Patients Undergoing Percutaneous Coronary Intervention.” Journal of the American College of Cardiology vol. 82,5 (2023): 401-410. doi:10.1016/j.jacc.2023.05.042.
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