Gentileza del Dr. Juan Manuel Pérez.
El bloqueo de rama izquierda (BCRI) es una complicación frecuente tras el reemplazo valvular aórtico transcatéter (TAVI), que puede ser transitorio o persistente (pBCRI). Su impacto a largo plazo sigue siendo incierto, aunque estudios previos lo han relacionado con un mayor riesgo de disfunción ventricular e insuficiencia cardíaca, con resultados contradictorios respecto a la mortalidad.
Este estudio prospectivo, multicéntrico y observacional incluyó a 551 pacientes sometidos a TAVI entre 2012 y 2021 en un centro suizo, excluyendo aquellos con trastornos de conducción previos, marcapasos preexistente, procedimientos Valve-in-Valve o mortalidad intrahospitalaria. Los pacientes se clasificaron en dos grupos: aquellos con pBCRI al alta (n=85; 15%) y aquellos sin BCRI o con BCRI transitorio (n=466; 85%), con un seguimiento de cinco años.
El punto final primario fue la mortalidad por todas las causas y la hospitalización por insuficiencia cardíaca. Como objetivos secundarios, se evaluaron la necesidad de implante de marcapasos permanente (PPM) y la evolución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI).
La edad media de la población fue de 81 años, con una FEVI basal de 58 ± 11%. El 43% presentaba hipertensión, el 32% diabetes mellitus y el 25% fibrilación auricular. Se utilizó una válvula autoexpandible en el 78% de los casos y una válvula balón expandible en el 22%, con predilatación en el 65% de los procedimientos. El 92% de los implantes se realizó por abordaje transfemoral.
El pBCRI no se asoció con un aumento en la mortalidad por todas las causas (HR 1.14; IC 95%: 0.92-1.41; p=0.24), pero sí con un mayor riesgo de hospitalización por insuficiencia cardíaca (HR 1.34; IC 95%: 1.01-1.76; p=0.04). No se observaron diferencias significativas en la tasa de implante de PPM (HR 1.45; IC 95%: 0.96-2.18; p=0.07). Sin embargo, se evidenció una reducción significativa de la FEVI en el grupo con pBCRI durante el seguimiento (58% ± 11% a 55% ± 12%; p=0.03), mientras que en el grupo sin BCRI o con BCRI transitorio la FEVI se mantuvo estable (61% ± 10% vs. 60% ± 10%; p=0.45).
El implante se realizó de manera significativamente más profunda en el grupo con pBCRI (4.0 ± 1.8 mm vs. 3.3 ± 1.8 mm; p<0.01), siendo este el principal predictor de pBCRI. También se analizaron otros factores contribuyentes, como el reducido diámetro del tracto de salida del ventrículo izquierdo y la calcificación del anillo aórtico y del septum interventricular.
Conclusión
En conclusión, el pBCRI se presentó en el 15% de los pacientes sin antecedentes de trastornos de conducción ni marcapasos, asociándose con un mayor riesgo de hospitalización por insuficiencia cardíaca y un deterioro progresivo de la FEVI. No obstante, no se identificó un impacto significativo en la mortalidad global ni en la necesidad de implante de marcapasos.
Título Original: Long-Term Outcomes After Transcatheter Aortic Valve Replacement Complicated by New-Onset Persistent Left Bundle Branch Block.
Referencia: Carmen Hodel et al. Catheterization and Cardiovascular Interventions, 2025.
Suscríbase a nuestro newsletter semanal
Reciba resúmenes con los últimos artículos científicos