La angiografía coronaria convencional ha sido comparada con diversos métodos diagnósticos invasivos, lo que ha puesto en duda la significancia pronóstica de las obstrucciones observadas mediante este abordaje. En consecuencia, se mantiene una búsqueda constante de estrategias que permitan afinar la indicación de angioplastia coronaria (PCI), especialmente en el contexto de los síndromes coronarios crónicos (SCC) y de los síndromes coronarios agudos sin elevación del ST (SCASEST).

El grupo PRIME (Physiology and Revascularization for Myocardial Endpoints) presentó un metaanálisis de datos individuales que compara la revascularización guiada por FFR con la basada exclusivamente en angiografía. Este tipo de metaanálisis (patient-level) se diseña para reducir la heterogeneidad inherente a los metaanálisis tradicionales (trial-level).
El estudio incluyó 2.493 pacientes provenientes de cinco ensayos aleatorizados (FAME, DEFER-DES, DK-CRUSH VI, FUTURE y FRAME-AMI), todos con un seguimiento mínimo de un año. Se focalizó en lesiones coronarias intermedias, excluyendo intervenciones sobre vasos culpables de SCASEST, así como pacientes con SCACEST o antecedentes de cirugía de revascularización miocárdica.
Desde el punto de vista clínico, el uso de FFR se tradujo en una menor tasa de intervenciones (30,2% vs. 45,1%) y en un menor número de stents por paciente (media de 1,5 vs. 2,0; p < 0,001). Este enfoque más conservador no comprometió la seguridad, sino que se asoció a una reducción significativa de los eventos cardiovasculares mayores (MACE) al primer año (HR 0,80; IC 95%: 0,64–0,99; p = 0,046), impulsada principalmente por una menor incidencia de infarto de miocardio periprocedimiento (HR 0,71; IC 95%: 0,53–0,96; p = 0,031).
Lea también: Resultados a 1 año del estudio TRAVEL: tratamiento percutáneo de la válvula tricúspide.
Sin embargo, al realizar un análisis de sensibilidad excluyendo los infartos periprocedimiento, la diferencia en MACE perdió significación estadística, reforzando la idea de que el beneficio del FFR radica principalmente en su capacidad para evitar intervenciones innecesarias y sus posibles complicaciones. Tampoco se observaron diferencias significativas en la mortalidad total o cardíaca, ni en las tasas de reinfarto espontáneo o revascularización repetida.
En el análisis extendido a cinco años, los beneficios del FFR se mantuvieron como una tendencia favorable, aunque sin alcanzar significación estadística (HR 0,85; IC 95%: 0,72–1,01; p = 0,063), lo que sugiere que su impacto más pronunciado ocurre en la fase temprana posprocedimiento.
Por último, en el subgrupo de pacientes con alto puntaje SYNTAX, el beneficio fue menos evidente, lo que resalta la importancia de considerar tanto la fisiología como la anatomía coronaria global al momento de decidir la estrategia de revascularización.
Conclusiones
Este metaanálisis reafirma el rol de la evaluación fisiológica coronaria como herramienta clave en la toma de decisiones durante la PCI, principalmente por su capacidad para reducir las complicaciones periprocedimiento sin comprometer la seguridad a largo plazo.
Título original: Fractional flow reserve vs angiography to guide percutaneous coronary intervention: an individual patient data meta-analysis.
Referencia: Mangiacapra F, Paolucci L, De Bruyne B, Rioufol G, Hahn JY, Chen SL, Koo BK, Tonino PAL, van ‘t Veer M, Motreff P, Angoulvant D, Lee JM, Hwang D, Yang S, Pijls NHJ, Barbato E; Physiology and Revascularization for Myocardial Endpoints (PRIME) Collaboration. Fractional flow reserve vs angiography to guide percutaneous coronary intervention: an individual patient data meta-analysis. Eur Heart J. 2025 Oct 14;46(39):3851-3859. doi: 10.1093/eurheartj/ehaf504. PMID: 40831380.
Suscríbase a nuestro newsletter semanal
Reciba resúmenes con los últimos artículos científicos





