Gentileza del Dr. Carlos Fava
Las oclusiones totales crónicas (CTO) son uno de los verdaderos desafíos en la actualidad y se están desarrollando diferentes tecnologías, pero una de las grandes incógnitas es saber si las CTO producidas por reestenosis oclusivas presentan la misma tasa de éxito.
En el presente estudio se analizaron 899 CTO. De ese total, 111(12.3%) fueron en reestenosis oclusivas (R-CTO) y 788 CTO de novo.
Las características de ambas cohortes fueron similares, a excepción de que existió mayor presencia de IAM y ATC en el grupo de R-CTO.
No se presentaron diferencias en cuanto a las características angiográficas, el vaso tratado, el J-CTO (1.88±1.24) ni el PROGRESS-CTO score (1.04±0.88). La cohorte de R-CTO presentó menor prevalencia de calcificación moderada/severa y bifurcación distal a la oclusión mayor presencia de oclusiones >20 mm y menor zona adecuada para el implante del stent.
Hubo una menor tendencia a la utilización del acceso radial en la R-CTO. La recanalización pro vía anterógrada fue la más frecuente (59% R-CTO vs 48% CTO
p=0.08). Por su parte, la retrógrada y la técnica de disección y re-entrada fue menos frecuente en la R-CTO.
Los DES de segunda generación fueron preferidos en ambas cohortes. El éxito técnico fue del 87%, y el de procedimiento del 86%.
El seguimiento se realizó -en el 90% de los pacientes- a 471 días (354-872). El MACE fue superior en la R-CTO (20.8% vs. 13.9% p=0.07), dirigido principalmente por mayor TVR (16.7% vs. 9.4% p=0.03), sin existir diferencia en muerte e IAM relacionado al vaso tratado.
La R-CTO fue un predictor independiente de MACE con un incremento >2 veces en el seguimiento.
Conclusión
El éxito del procedimiento en las R-CTO fue alto y similar a los resultados de las CTO de novo. Sin embargo, la R-CTO se asoció en forma independiente a mayor MACE dirigido por TVR en el seguimiento.
Comentario
Uno de los datos importantes que nos muestra este análisis es que, en un programa donde se realizan un número alto de CTO, más del 10% corresponden a reestenosis oclusivas. Este fenómeno, no obstante, no es igual a las CTO de novo, ya que se acompañan con un MACE más alto, a expensas de mayor TLR guiada por isquemia.
Además, en las R-CTO fue necesario un mayor uso de dispositivos de cruce (en este estudio se utilizó CrossBoss), lo cual seguramente vino acompañado de mayores costos.
Debemos tener en cuenta que, si bien las poblaciones fueron similares, la cohorte de R-CTO presentaba más antecedente de IAM y de ATC previas. Estos datos pueden actuar en forma negativa en el pronóstico de seguimiento de pacientes a largo plazo.
Gentileza del Dr. Carlos Fava
Título original: Procedural and long-Term Outcomes of Percutaneous Coronary Intervention for In-Stent Chronic Total Occlusion
Referencia: Lorenzo Azzalini, et al. J Am Coll Cardiol Intv 2017; 10:892-902
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