Gentileza del Dr. Carlos Fava.
El implante valvular aórtico por vía percutánea ya ha demostrado sus beneficios en los pacientes de alto riesgo e inoperables. En el mismo sentido, viene avanzando a paso firme en aquellos de menor riesgo. Sin embargo, debido a la presencia de calcificaciones valvulares, en muchas ocasiones es necesario poner en la balanza los riesgos y beneficios de dilatar la válvula previamente al procedimiento.
En el presente estudio se analizaron 678 pacientes: 400 de ellos (60%) recibieron predilatación de la válvula aórtica previo al TAVI (TCP) y 278 (40%) no recibieron predilatación (TSP).
Las características de los grupos fueron similares. No obstante, los que recibieron TAVI sin predilatación eran en su mayoría hombres, la fracción de eyección fue levemente menor y tenían menor prevalencia de hipertensión. El 31% de los que no recibieron predilatación presentaban calcificación severa a nivel valvular.
En el grupo TSP la válvula más utilizada fue SAPIENS XT y en el otro SAPIENS 3.
El éxito del implante fue del 98% en ambos grupos. A su vez, el tiempo del procedimiento fue menor en el grupo TSP (85.6±42.9 vs. 56.7±26.1 minutos, p=<0.001), al igual que el tiempo de fluoroscopía (9.5±5.7 vs. 6.2±3.9 minutos p=<0.001) y el volumen de contraste (131.9±60.8 vs. 85.4±37.4 ml p=<0.001).
No hubo diferencias en el gradiente final ni en la presencia de leak ≥2. La necesidad de reanimación cardiovascular fue mayor en el grupo TCP (5.3% vs. 1.4% p=0.01).
El end point de éxito del implante (VARC-2) fue 88.3% vs. 92.4% (p=0.07), y el de eficacia clínica fue de 88.7% vs. 92.4% (p=0.11). Tal como se ve, estos resultados fueron similares con y sin predilatación. No obstante, el end point de seguridad fue menos frecuente en el grupo con predilatación (85.2% vs. 90.2%, p=0.004), sin haber diferencia en stroke (1.5%).
A 30 días los integrantes del grupo TSP presentaron menor mortalidad de cualquier causa (6.8% vs 2.9% p=0.04) y menor mortalidad cardíaca (5.3% vs. 1.4%).
Conclusión
El TAVI sin valvuloplastia previa es factible sin aparente impacto adverso en los pacientes que reciben TAVI con válvulas de balón expandible. La no realización de valvuloplastias previas se asoció a un menor tiempo de procedimiento, menor radiación, menos necesidad de reanimación cardiovascular y un mejor perfil de seguridad.
Comentario
No realizar valvuloplastia favorece el menor tiempo del procedimiento y una menor cantidad de contraste. Además, permite reducir costos sin disminuir la calidad del procedimiento.
En esta serie seguramente influyó no solo la curva de aprendizaje, sino también el desarrollo tecnológico de las válvulas, ya que en los primeros momentos del TAVI se realizaban más valvuloplastias previas al implante.
Seguramente existen muchos pacientes con calcificación valvular severa (especialmente en los que presentan bicúspides) que requieren dilatarla previamente.
Gentileza del Dr. Carlos Fava.
Título Original: Omission of in balloon-expandable transcatheter aortic valve implantation: retrospective analysis in a large-volumen centre.
Referencia: Karsten Hamm et; al. EuroIntervention 2017;13:e161-e167.
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