Los strokes silentes son comunes luego del TAVI. Comorbilidades como la diabetes o la enfermedad renal crónica y factores inherentes al procedimiento como la pre-dilatación incrementa el riesgo de strokes silentes.
Mientras un mayor número de infartos silentes afecta precozmente la cognición, es necesario conocer si con el tiempo el deterioro continúa, especialmente pensando en las poblaciones de menor riesgo y mayor expectativa de vida. Los dispositivos de protección cerebral no parecen disminuir significativamente el problema.
Para este trabajo se realizó una búsqueda sistemática de todos los estudios que reportaron la incidencia de lesiones cerebrales silentes detectadas por resonancia con difusión post TAVI. Se evaluaron la cantidad de nuevas lesiones silentes, las características basales de los pacientes y la incidencia de deterioro cognitivo precoz.
Se ubicaron 39 estudios que cumplían estas características con más de 2000 pacientes que cumplían los criterios de inclusión y habían recibido una resonancia con difusión luego del TAVI.
De modo increíble, 1601 pacientes mostraron al menos una nueva lesión cerebral silente. Sin embargo, la traducción clínica de estas nuevas lesiones solo alcanzó el 3%.
El análisis de las comorbilidades mostró que la diabetes, la enfermedad renal crónica, la evaluación con un equipo de 3-Tesla y la pre-dilatación se asociaron con un mayor riesgo de imágenes silentes.
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La prevalencia de deterioro cognitivo precoz durante el año siguiente fue en aumento del 16% a los 10.0 ± 6.3 días al 26% a los 6.1 ± 1.7 meses. El número de nuevas lesiones cerebrales silentes también se asoció al deterioro cognitivo precoz, surgiendo una asociación entre el número medio de lesiones silentes y la incidencia de deterioro.
El uso de diferentes tipos de dispositivos de protección cerebral durante el procedimiento parece disminuir el número de lesiones, pero no la incidencia de deterioro cognitivo.
Conclusión
Los strokes silentes luego del TAVI son comunes y comorbilidades como la diabetes y la pre-dilatación aumentan las posibilidades de padecerlo.
Mientras que un mayor número de nuevas lesiones impactan negativamente en el deterioro, es necesario un seguimiento a más largo plazo para expandirse en poblaciones más jóvenes. El uso de dispositivos de protección cerebral no parece útil desde el punto de vista clínico.
ehab002freeTítulo original: Silent brain infarcts and early cognitive outcomes after transcatheter aortic valve implantation: a systematic review and meta-analysis.
Referencia: Kei Woldendorp et al. European Heart Journal (2021) 42, 1004–1015 doi:10.1093/eurheartj/ehab002.
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