En este trabajo presentado en el EuroPCR 2022 se realizó un análisis del pool de los estudios PARTNER en el que se incluyeron 1974 pacientes a los que se les había realizado un ecocardiograma completo.
El riesgo para cirugía fue del 17.3% extremo/inoperable, 54.3% intermedio y 28.4% bajo.
El 60% recibió TAVI y el resto reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica.
El 6.1% de los pacientes se encontraba en estadio 0 (sin daño), el 14.5% en estadio 1 (daño ventricular izquierdo), el 51.4% en estadio 2 (daño mitral o de aurícula izquierda), el 20.9% en estadio 3 (daño de la vasculatura pulmonar o de la válvula tricuspídea) y el 7.1% en estadio 4 (daño de ventrículo derecho).
El daño basal se asoció con mortalidad a 2 años en ambas estrategias, como también el combinado de mortalidad y rehospitalización por insuficiencia cardíaca. Esto se mantuvo luego de ajustar las variables al año se seguimiento.
El daño cardíaco permaneció sin cambios en el 60% de los pacientes y empeoró en el 25%.
A dos años la mortalidad de para el estadio 0, 1, 2 ,3 y 4 fue de 2.5%, 7.1%, 14.6%, 28,2% y 28.2% respectivamente; y para mortalidad y rehospitalización por insuficiencia cardíaca fue de 4.1% (estadio 0), 13.4% (estadio 1), 22.9% (estadio 2), 38.7% (estadio 3) y 39% (estadio 4).
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Se observó que la mejoría del daño miocárdico se relacionó con menor mortalidad y rehospitalización por insuficiencia cardíaca, pero su empeoramiento incrementó estos eventos.
Los predictores independientes de empeoramiento del estadio fueron la hipertensión (OR 1.73; 95% CI 1.01-2.96) y la cirugía de reemplazo valvular aórtico (OR 2.04; 95% CI 1.52-2.74).
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Fuente: TCTmd.
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