La población de octogenarios continúa en crecimiento, alcanzando aproximadamente los 137 millones, y se estima que se triplicará para el año 2050.
Este aumento representa un gran desafío, ya que con frecuencia estos pacientes son más frágiles, presentan enfermedades coronarias más complejas y múltiples comorbilidades. Esto a menudo requiere realizar dos o más procedimientos y contar con una mayor experiencia tanto del operador como de todo el equipo de salud.
Se analizaron 2,657 pacientes octogenarios, de los cuales 1,387 fueron sometidos a angioplastias coronarias percutáneas complejas (ATC C).
El Punto Final Primario (PFP) fue un compuesto de mortalidad por cualquier causa, infarto de miocardio o TVR (MACE) a 12 meses.
La edad media de los pacientes fue de 84 años, con una presencia de diabetes del 36% y sin diferencias significativas en la función renal. Aquellos que recibieron ATC compleja presentaron con mayor frecuencia sexo femenino, tabaquismo, hipertensión, dislipidemia, infarto de miocardio previo, angioplastia coronaria previa, cirugía de revascularización miocárdica previa, fibrilación auricular y menor fracción de eyección.
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La presentación clínica más común fue la angina crónica estable, seguida por la angina inestable, el infarto agudo de miocardio sin elevación del ST (IAMNST), el infarto agudo de miocardio con elevación del ST (IAMST) y, con menor frecuencia, la isquemia silente.
La mayoría de los procedimientos se realizaron por acceso femoral (84%). Los pacientes con ATC C presentaron con mayor frecuencia lesiones en el tronco de la coronaria izquierda (TCI), lesiones en múltiples vasos, lesiones en la arteria descendente anterior, lesiones calcificadas, bifurcaciones, lesiones más largas, mayor número de stents, mayor longitud de los stents y necesidad de asistencia ventricular, así como un puntaje SYNTAX más alto (20.8 vs. 10.7, p<0.001).
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El PFP fue mayor en los pacientes que recibieron ATC C (16.6% vs. 11.1%, p<0.001), así como una mayor incidencia de infarto (4.1% vs. 1.5%, p=0.002) y TVR (8.9% vs. 4.4%, p<0.001), sin diferencias en la mortalidad por cualquier causa. Además, estos pacientes presentaron una mayor incidencia de TLR y sangrado mayor, sin diferencias en la incidencia de stroke o sangrado mayor después del alta.
Conclusión
Los pacientes octogenarios que reciben ATC complejas están asociados a un mayor riesgo de eventos adversos cardiovasculares mayores (MACE) al año, debido a una mayor tasa de infarto de miocardio y TVF, así como una mayor incidencia de sangrado mayor, pero sin diferencias en la mortalidad por cualquier causa en comparación con aquellos que reciben ATC no complejas. Se deben implementar estrategias para reducir las complicaciones en octogenarios que reciben ATC complejas.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Prevalence and prognostic impact of complex percutaneous coronary intervention among octogenarians.
Referencia: Alessandro Spirito, et al. Catheter Cardiovasc Interv. 2024;103:1079–1087.
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