En los últimos 30 años las guías de la práctica clínica a ambos lados del Atlántico han bajado continuamente el objetivo de tensión arterial. De los comienzos con 160 mmHg de sistólica a 130 mmHg o incluso 120 mmHg.
En 2017 las guías Americanas de la ACC/AHA fueron las primeras en bajar el objetivo, seguidas en 2018 por las Europeas de la ESC/ESH y, más recientemente, por el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) en agosto de 2019.
Con varios puntos en común, también difieren en muchas recomendaciones. El objetivo de tensión arterial está entre los puntos en discordia, con un 120 mmHg en todos los pacientes para las guías de la ACC/AHA, 120-129 para los jóvenes y 130-139 mmHg para los añosos en las guías Europeas, y el objetivo clásico de 140/90 para las conservadoras guías de la NICE.
Con el riñón como uno de los principales blancos de la hipertensión, los nuevos marcadores de lesión, inflamación y fibrosis de los microtúbulos podrían ser los que nos digan la tensión arterial adecuada para cada paciente.
Lea también: Prevención secundaria: una responsabilidad que no deberíamos delegar.
El estudio SPRINT evaluó a 2377 hipertensos y se les adosó la alfa1 y la beta2 microglobulinas, que se asociaron a eventos cardiovasculares mayores mientras que la uromodulina se asoció inversamente.
Un valor de dos veces el basal de alfa 1 microglobulina se asoció tanto al combinado clásico de eventos (muerte, infarto, stroke) como también a mortalidad por separado con un HR de 1.25.
Un valor de dos veces el basal de uromodulina se asoció con una disminución significativa de los eventos combinados con un HR de 0.79 pero no le alcanzó para disminuir la mortalidad cuando se considera esta como evento separado.
Lea también: Beneficio de la anticoagulación en añosos con fibrilación auricular.
El valor clínico de estos marcadores para ajustar el valor “ideal” en nuestros pacientes en particular debe ser discutido y estudiado a futuro.
Título original: What is the optimal blood pressure?Differences between current guidelines and novel insights into kidney injury.
Referencia: Thomas F. Lüscher. European Heart Journal (2019) 40, 3443–3446.
Suscríbase a nuestro newsletter semanal
Reciba resúmenes con los últimos artículos científicos