La prevalencia de disfunción renal pre-procedimiento en pacientes que reciben reemplazo valvular aórtico por catéter (TAVI) puede ser tan alta como del 50-60% (disfunción renal en etapa 3 o peor), y ha mostrado asociarse de manera significativa a un deterioro agudo de la función renal y, en definitiva, a un aumento de la mortalidad post-procedimiento.
Un meta análisis reciente de varios estudios pequeños de un solo centro reportó una tasa de necesidad de diálisis del 5.8%, que se asoció a 9 veces más mortalidad. Sin embargo, a su vez, el Registro Alemán de TAVI confirmó el aumento de mortalidad a 30 días (aunque no fue así al año).
Hasta el momento no se había evaluado si el pronóstico de los pacientes que requieren diálisis post-procedimiento es diferente al de aquellos pacientes que ya presentaban insuficiencia renal terminal antes del procedimiento.
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El registro del Reino Unido (UK TAVI) fue establecido para reportar los resultados en todos los procedimientos de TAVI en esa región entre el 2007 y el 2014. Los datos se recolectaron de manera prospectiva en 6464 pacientes con una media de seguimiento de 625 días.
La proporción de pacientes que se encontraban en diálisis antes del procedimiento se mantuvo constante en el tiempo, con el 1.8%. Sin embargo, la cantidad de sujetos que requirieron una nueva diálisis luego de procedimiento fue variando. Entre el 2007 y el 2008 el 6.1% de los pacientes que recibían TAVI requirieron diálisis luego del procedimiento; no obstante, este número cayó al 2.3% para el período 2013-2014.
El riesgo de nueva diálisis luego del procedimiento se asoció de manera independiente a la función renal basal, a la disfunción ventricular, a la diabetes, al uso de la válvula Edwards, al acceso diferente al femoral, a la necesidad de cirugía abierta e insuficiencia aórtica moderada a severa residual.
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La necesidad de diálisis luego del procedimiento se asoció a mayor mortalidad tanto a 30 días (HR: 6.44; IC 95%: 4.87 a 8.53) como a 4 años (HR: 3.54; IC 95%: 2.99 a 4.19; p<0.001).
Conclusión
La proporción de pacientes que requirieron diálisis luego del procedimiento ha disminuido con el tiempo, pero continúa siendo un factor claramente asociado a mortalidad, tanto a corto como a largo plazo.
Comentario editorial
La caída en la incidencia de nueva diálisis a medida que fueron pasando los años fue independiente de las comorbilidades del paciente o de las características del procedimiento (al menos las registradas en esta base de datos), por lo que se podría pensar que la mayor experiencia de los operadores ha jugado un papel importante.
Todos los factores de riesgo para desarrollar insuficiencia renal post-procedimiento fueron los típicos asociados con esta complicación; la única excepción fue el tipo de válvula. Realmente es difícil explicar por qué luego de múltiples ajustes la válvula balón expandible Edwards se asoció con mayor insuficiencia renal post-procedimiento y esto a la vez no aumentó la mortalidad. Tal vez la explicación más sencilla sea que dados los buenos resultados y la amplia experiencia que existe con este dispositivo haya un sesgo por parte de los operadores para elegir esta válvula en los casos más desafiantes y, por lo tanto, con mayor riesgo de desarrollar insuficiencia renal.
Título original: Dialysis Following Transcatheter Aortic Valve Implantation,Risk Factors and Outcomes. An Analysis From the UK TAVI Registry (Transcatheter Aortic Valve Implantation) Registry.
Referencia: Charles J. Ferro et al. JAmCollCardiol Intv 2017. Article in press.
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