Gentileza del Dr. Carlos Fava.
La válvula aórtica bicúspide está presente en el 2% de los pacientes aproximadamente y representa la causa más frecuente de estenosis aórtica en adultos jóvenes que requieren reemplazo valvular.
El TAVI ha avanzado significativamente pero esta entidad no ha sido incluida en los diferentes estudios randomizados. En la actualidad disponemos de datos de diferentes reportes pero sin información consolidada.
Se realizó un análisis del STS/ACC Registry en el que se incluyó a aquellos pacientes que recibieron válvula percutánea SAPIEN 3 entre junio de 2015 y noviembre de 2018.
Para este análisis se englobaron 81822 pacientes. De ellos, 2726 presentaban válvula aórtica bicúspide (3.33%); el resto eran tricúspides.
Los pacientes con válvula bicúspide tendieron a ser más jóvenes, con una mayor proporción de hombres, con menos comorbilidades y un STS Score de mortalidad menor. Por tal motivo, se realizó un Propensity Score Match, quedando 2691 pacientes en cada grupo con una edad media de 74 años, 60% hombres y un STS de mortalidad de 4.9%.
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Los que presentaban bicúspide requirieron una válvula de mayor tamaño, sin haber diferencias en el éxito del implante o del procedimiento. A nivel hospitalario no hubo diferencias en mortalidad, pero la conversión a cirugía, la ruptura del anillo y el stroke fueron más frecuentes en las bicúspides.
A 30 días no hubo diferencias en mortalidad. Además, no se observaron índices elevados de stroke (2.5% vs 1.6%; absolute RD,0.89% [95% CI, 0.88% – 0.9%]; HR, 1.57 [95% CI, 1.06 – 2.33]) y marcapasos definitivo (9.1% vs 7.5%; absoluteRD, 1.65% [95% CI, 1.63%-1.66%]; HR, 1.23 [95% CI, 1.02-1.49]) en las bicúspides.
Al año no hubo diferencias en mortalidad y stroke entre ambos grupos.
En el perfil hemodinámico de la válvula no hubo diferencias a 30 días y al año en el área, en el gradiente, ni en cuanto a regurgitaciones moderadas o severas.
Ambos grupos mejoraron la clase funcional.
Conclusión
En este registro en el que se realizó un Propensity Score Match los pacientes que recibieron reemplazo valvular aórtico percutáneo por estenosis aórtica severa en válvulas bicúspides o tricúspides no presentaron diferencias a 30 días y a un año en mortalidad. No obstante, sí se observó un incremento del stroke en aquellos con válvulas bicúspides.
Debido a bias potential en la selección de los pacientes y a ausencia de grupo control, son necesarios estudios randomizados para conocer la seguridad y eficacia del reemplazo percutáneo de la válvula aórtica bicúspide.
Gentileza del Dr. Carlos Fava.
Título Original: Association Between Transcatheter Aortic Valve Replacement for Bicuspid vs Tricuspid Aortic Stenosis and Mortality or Stroke.
Referencia: Raj R. Makkar, et al. JAMA. 2019;321(22):2193-2202. doi:10.1001/jama.2019.7108.
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