Al hablar de enfermedad de múltiples vasos ¿Cuándo hay que considerar disfunción renal?

La enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de morbimortalidad en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) avanzada, y viceversa. Ambas tienen factores de riesgo en común, como la diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, dislipemia y la edad, entre otros. 

Al hablar de enfermedad de múltiples vasos ¿Cuándo hay que considerar disfunción renal?

A medida que avanza la enfermedad renal, su grado de severidad se ha asociado con mayor cantidad de eventos trombóticos (debido a la inflamación, disfunción plaquetaria y coagulación).

Los pacientes con disfunción renal leve han sido subrepresentados en la mayoría de los estudios previamente realizados, debido a una dicotomización de la función renal en: presencia o ausencia de ERC (según FG <60 vs >60ml/min/1.73m2 respectivamente). 

El objetivo de este trabajo fue averiguar el riesgo de MACE y el beneficio de distintas modalidades de revascularización en pacientes con disfunción renal leve comparados con aquellos con función renal conservada o aquellos con formas severas de ERC.

Se realizó un análisis de un registro unicéntrico de Seúl (Corea) denominado “Registro de Revascularización de Múltiples Vasos del Centro Médico de Asan”, con 10354 pacientes revascularizados con angioplastia (PTCA) o cirugía de revascularización miocárdica (CRM), con un seguimiento promedio de 6.6 años. 

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Se evaluaron distintos grupos de compromiso renal de acuerdo con estadios predefinidos de ERC (estadio II como FG de 60-89ml/min/1.73m2) (estadio III, FG de 30-59ml/min/1.73m2) contra función renal normal (estadio I, FG de 90-150ml/min/1.73m2), excluyendo a los que presentaban formas muy avanzadas.

El desenlace primario fue un compuesto de muerte de cualquier causa, IAM espontáneo o ACV. El desenlace secundario comprendía a los componentes individuales del primario y una nueva revascularización.

El desenlace primario, en el análisis crudo, fue significativamente mayor en el estadio II comparado con el estadio I (HR: 1.6; IC95% 1.42-1.81; p<0.01). Sin embargo, al realizar un score de propensión, el riesgo ajustado no mostró diferencias significativas entre los estadios previamente nombrados (HR: 1.12; IC95% 0.97-1.30; p=0.12) y los desenlaces secundarios ajustados tampoco presentaron diferencias. 

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Mientras tanto, al comparar estadio I con el III, tanto en el análisis crudo como el de propensión, los eventos fueron mucho mayores en el estadio III. 

Al analizar los distintos tipos de revascularización, tanto en los estadios I, II y III (según el análisis ajustado), no se observaron diferencias significativas en el desenlace primario en la estrategia PTCA comparado con CRM, con un riesgo de mortalidad similar. 

Conclusiones

Al realizar un ajuste a través de un score de propensión, los pacientes con disfunción renal leve (estadio II) comparados con aquellos que presentan función renal normal (estadio I) no presentaron mayor riesgo de eventos respecto al desenlace primario de muerte, IAM espontáneo o ACV. En el seguimiento a 6 años los eventos fueron similares cuando se realizó PTCA o CRM, en todos los grupos evaluados (I,II y III). 

Dr. Omar Tupayachi

Dr. Omar Tupayachi.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org .

Título Original: Prognostic Impact of Mildly Impaired Renal Function in Patients Undergoing Multivessel Coronary Revascularization

Referencia: Kim TO, et al. J Am Coll Cardiol [Internet]. 2022;79(13):1270–84.


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