La edad de la población está experimentando un aumento, lo cual guarda una estrecha relación con la presencia de estenosis aórtica. Esta afección, como es sabido, se asocia con enfermedad coronaria en aproximadamente el 50% de los casos. En esta asociación, se torna imperativo llevar a cabo intervenciones como la angioplastia coronaria (ATC) y el implante de válvula aórtica transcatéter (TAVI) en pacientes considerados de alto riesgo para someterse a una cirugía cardíaca.
La realización de ATC con dispositivos de asistencia ventricular se erige como una opción válida en este escenario, aunque es importante destacar que la disponibilidad de información sobre esta modalidad de tratamiento es limitada.
Para este estudio, se reclutó un grupo de 15 pacientes que presentaban enfermedad coronaria severa y estenosis aórtica severa, todos ellos considerados de alto riesgo para cirugía. Sin embargo, uno de los pacientes fue excluido debido a la imposibilidad de colocar el dispositivo Impella, a pesar de haberse realizado una valvuloplastía aórtica.
La edad promedio de los pacientes fue de 88 años, con 6 mujeres entre ellos. El índice de mortalidad conforme al Sistema de Score de Riesgo de Cirugía Torácica (STS) se situó en un 8.3%, y el puntaje SYNTAX fue de 16. Además, 12 de los pacientes presentaban hipertensión, y 3 tenían diabetes.
En cuanto a los parámetros cardíacos, la fracción de eyección fue del 51%, el área valvular aórtica (AVAO) se cifró en 0.85 cm², y el gradiente medio alcanzó los 40 mmHg. La presión de fin de diástole del ventrículo izquierdo se ubicó en 19 mmHg, mientras que la presión de cuna fue de 17 mmHg. Cinco pacientes experimentaron insuficiencia cardíaca con deterioro de la función ventricular.
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La ATC del tronco coronario izquierdo se llevó a cabo en 6 pacientes, utilizando aterectomía rotacional en 10 de ellos, y en 2 casos se realizó una ATC en dos vasos.
La implantación del Impella se realizó a través de acceso femoral en todos los pacientes, requiriendo previamente una valvuloplastía en dos de los casos. Es relevante destacar que no se presentaron complicaciones vasculares, y se efectuó un cierre percutáneo con dos dispositivos Proglide en el lugar de acceso del dispositivo de asistencia ventricular y uno en el sitio de acceso para la ATC.
En cuanto a complicaciones, no se registraron eventos adversos significativos después de la ATC.
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El intervalo de tiempo transcurrido entre la colocación del Impella y la realización del TAVI fue de 25 días en promedio, con un rango que osciló entre 10 y 35 días.
En lo que respecta al TAVI, todos los pacientes recibieron con éxito una válvula Sapien, sin experimentar complicaciones graves en el período de 30 días posterior a la intervención.
Conclusión
En resumen, los resultados de esta serie de casos, llevada a cabo en un único centro, indican que la ATC de alto riesgo realizada con el dispositivo Impella resulta factible y segura como preparación para el TAVI en pacientes seleccionados con estenosis aórtica severa.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Feasibility and Safety of Impella-Assisted High-Risk PCI Before TAVR in Patients With Severe Aortic Stenosis.
Referencia: Ilhwan Yeo, el al. JSCAIhttps://doi.org/10.1016/j.jscai.2023.101061.
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