La estenosis aórtica comparte factores de riesgo con la enfermedad coronaria, y su prevalencia varía según la edad, alcanzando en algunos registros aproximadamente el 50% o incluso más.
Este hecho presenta un desafío al decidir cuándo tratarla y determinar la necesidad de intervención. Se ha establecido que el tratamiento es conveniente cuando la estenosis afecta a nivel proximal de los vasos epicárdicos o en el segmento medio, especialmente si se presenta isquemia, aunque esta última consideración es objeto de debate.
En la actualidad, no existe una indicación clara sobre la conducta ideal en este escenario.
Se llevó a cabo un análisis retrospectivo del estudio EVERY-VALVE, que incluyó a 2.233 pacientes que recibieron TAVI. De ellos, 274 (12.3%) recibieron angioplastia coronaria transluminal (ATC) y TAVI de manera simultánea (ATCS), 226 (10.1%) recibieron ATC previamente al TAVI dentro de los 60 días (ATCP), y 1.733 (77.6%) no se sometieron a ATC (NOATC).
El punto final primario (PFP) fue la mortalidad de cualquier causa a 3 años. La edad media fue de 81 años, el puntaje STS fue del 4.1%, y la presencia de enfermedad coronaria fue del 61.7%.
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En el grupo de pacientes que recibieron ATCS, se observó una mayor proporción de hombres y una fracción de eyección menor, sin diferencias significativas en los demás factores de riesgo. La válvula balón expandible fue la más utilizada (85.6%), con un éxito de implante del 94%. Aquellos que recibieron ATCS presentaron una mayor cantidad de contraste, así como un mayor número de stents y ATC de la arteria coronaria izquierda. La incidencia de sangrado fue mayor en los que se sometieron a ATC, al igual que la aparición de deterioro de la función renal.
La estadía hospitalaria fue más prolongada en el grupo de ATCS, y dos tercios de estos pacientes recibieron doble antiagregación con aspirina y clopidogrel.
Al año de seguimiento, no se observaron diferencias significativas en la mortalidad de cualquier causa. En el PFP a 3 años, no hubo diferencia, siendo del 34.2% para ATCS, 31.9% para ATCP y 34% para NOATC. Tampoco se evidenció variación en la mortalidad cardiovascular (19.6% para ATCS, 14.8% para ATCP y 18.9% para NOATC).
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La presencia de sangrado de tipo BARC 3 o superior, así como el deterioro renal mayor al estadio 1, se asociaron con un triple aumento en la mortalidad.
Conclusión
La realización de ATC de manera concomitante con el TAVI parece ser comparable en este análisis retrospectivo. La ATC previa al TAVI muestra tasas similares de éxito técnico y del dispositivo, así como una mortalidad a largo plazo.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Concomitant percutaneous coronary intervention in patients undergoing transcatheter aortic valve implantation.
Referencia: Julius Fischer, et al. Catheter Cardiovasc Interv. 2024;103:186–193.
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