El tratamiento de la estenosis aórtica severa ha experimentado una revolución significativa con el procedimiento TAVI, especialmente en pacientes de alto riesgo y riesgo intermedio, extendiéndose ahora a aquellos de bajo riesgo. En los Estados Unidos, casi la mitad de los pacientes menores de 65 años están recibiendo TAVI.
Una de las incógnitas fundamentales que aún no se ha resuelto se centra en la durabilidad de los dispositivos en pacientes de bajo riesgo. Actualmente, el seguimiento del NOTION abarca 8 años, en su mayoría con válvulas de primera generación de Medtronic, y 4 a 5 años en los estudios PARTNER 3 y Evolut Low Risk trial, respectivamente. Esto contrasta con las bioprótesis quirúrgicas, que tienen un seguimiento a plazos más extensos.
Se llevó a cabo un análisis del Estudio NOTION a lo largo de 10 años, que incluyó a 280 pacientes con estenosis aórtica severa de bajo riesgo, de los cuales 135 recibieron TAVI y el resto cirugía.
El Punto Final Primario (PFP) se definió como muerte por cualquier causa, infarto o accidente cerebrovascular (stroke).
Se analizaron, según los criterios VARC-3, la falla valvular de la bioprótesis (BVF), definida como muerte relacionada con la válvula, deterioro estructural hemodinámico severo o reintervención, y la disfunción valvular de la bioprótesis (SVD), considerándose moderada cuando presentaba un gradiente medio ≥20 mmHg o un gradiente medio ≥10 mmHg en los últimos 3 meses, o una nueva regurgitación ≥moderada y severa cuando el gradiente medio≥30 mmHg o un gradiente medio ≥20 mmHg en los últimos 3 meses, o una nueva regurgitación severa.
Los grupos fueron comparables, con una edad media de 79 años, un 47% de mujeres y un STS de 3±1.7%.
Tras 10 años de seguimiento, no se observaron diferencias significativas en el PFP (65.5% vs. 65.5%, HR 1.0; 95% CI 0.7–1.3, P = 0.9 para TAVI y cirugía respectivamente), ni en muerte, infarto o stroke, secuela de stroke o TIA. Aquellos que recibieron cirugía mostraron una mayor incidencia de fibrilación auricular (74% vs. 52.1%, p<0.01), mientras que los que recibieron TAVI presentaron una mayor necesidad de marcapaso definitivo (44.7% vs. 14%, p<0.01). No se observaron diferencias en endocarditis ni en trombosis clínica de la bioprótesis.
En el análisis ecocardiográfico sobre la durabilidad de la bioprótesis, el SVD severo fue menor en los pacientes que recibieron TAVI (1.5% vs. 10.0%, HR 0.2; 95% CI 0.04–0.7, P = 0.02), sin diferencias significativas en BVD (9.7% vs. 13.8%, HR 0.7; 95% CI: 0.4–1.5, P = 0.4 para TAVI y cirugía respectivamente) y una baja tasa de reintervención (4.3% vs. 2.2%, P=0.3).
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El gradiente fue menor en los pacientes tratados con TAVI, así como también se observó un área aórtica efectiva mayor. Aunque la presencia de regurgitaciones paravalvulares moderadas o severas fue más frecuente en los pacientes que recibieron TAVI, esto no se asoció con una mayor tasa de mortalidad.
Conclusión
En pacientes con estenosis aórtica severa y bajo riesgo para cirugía, en este estudio aleatorizado entre TAVI y cirugía, no se observaron diferencias en el riesgo de eventos clínicos mayores a 10 años de seguimiento. El riesgo de deterioro estructural de la válvula fue menor en el grupo que recibió TAVI en comparación con la cirugía, mientras que el riesgo de disfunción valvular de la bioprótesis fue similar en ambos grupos.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Transcatheter or surgical aortic valve implantation: 10-year outcomes of the NOTION trial.
Referencia: Hans Gustav Hørsted Thyregod, et al. European Heart Journal (2024) 00, 1–9 https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehae043.
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