Incidencia e impacto clínico de la endocarditis infecciosa post-TAVI

Título original: Incidence and clinical impact of infective endocarditis after transcatheter aortic valve implantation. Referencia: Manuel Martínez-Sellés et al.  EuroIntervention 2015;10-online publish-ahead-of-print February 2015.

 

La endocarditis protésica es una complicación que conlleva consecuencias clínicas graves por su alta morbi-mortalidad.  La endocarditis infecciosa (EI) en TAVI se ha descrito en pocos casos y en los estudios de cohorte se observa una frecuencia entre 0 y 2,3% después de uno a tres años de seguimiento. 

El objetivo del trabajo fue describir las características de la EI después de la implantación de TAVI. Se realizó utilizando la base de datos española GAMES (Grupo de Apoyo al Manejo de la EndocarditiS), un registro prospectivo de pacientes consecutivos con EI de 26 hospitales. De los 739 casos de EI diagnosticados durante el estudio, el 1,3% eran post-TAVI y estos 10 casos, aportados por cinco centros, representó el 1,1% de las 952 TAVI realizadas es ese período. La edad media de la población fue de 80 años. Todas las válvulas se implantaron  por vía transfemoral. La EI apareció a una mediana de 139 días post-implante. La media del índice de comorbilidades de Charlson ajustado a la edad era 5,45. La enfermedad renal crónica fue frecuente (5 pacientes), al igual que la fibrilación auricular (5 pacientes), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (4 pacientes) y la cardiopatía isquémica (4 pacientes). Seis pacientes presentaron EI sobre la válvula aórtica, y cuatro afectación sobre la válvula mitral; este último grupo tenía un mayor porcentaje de prótesis mitrales (2 pacientes). Las vegetaciones se encontraron en 7 casos y 4 presentaron embolia. Solo 1 paciente fue sometido a cirugía como tratamiento de la EI. Cinco pacientes murieron durante el seguimiento, 2 de ellos fallecieron durante el ingreso en que se implantó la válvula.

Nueve de los diez pacientes con EI recibió una CoreValve; sin embargo, la válvula Edwards SAPIEN fue utilizada en 1/3 de los pacientes del total de la base de datos, siendo datos insuficientes para determinar si una válvula es más propensa a EI que otra. Seis pacientes presentaron EI nosocomial o relacionados con técnicas invasivas (cateterización urinaria/endovascular). 

Conclusión

La EI es una complicación poco frecuente pero grave después de TAVI que afecta a alrededor del 1% de los pacientes, y se traduce una tasa de mortalidad relativamente alta. La EI se produjo durante el primer año en nueve de los 10 pacientes de esta serie.

Comentario editorial

La TAVI se implanta principalmente en pacientes ancianos con comorbilidades frecuentes en quien la EI implica un peor pronóstico. Por otra parte, muchos de los pacientes con TAVI son inoperables, limitando así las opciones terapéuticas de EI. 

La prevalencia de EI en pacientes con TAVI es similar a la de los pacientes sometidos a cirugía, en el estudio PARTNER cohorte B la incidencia de EI a los dos años fue similar en ambos grupos (1,5% TAVI vs. 1,0% cirugía), a su vez  la mortalidad a 1 año fue similar en ambos grupos.

Se plantea como un posible factor de riesgo la realización del procedimiento en sala de hemodinamia y no en sala hibrida o block quirúrgico así como el implante valvular bajo (para EI sobre válvula mitral, la prótesis infectada puede entrar en contacto con la valva anterior de la válvula mitral, facilitando así la EI), leak paravalvular, edad avanzada y comorbilidades.

Los pacientes deben ser controlados más de cerca durante el primer año, se debe tener un bajo umbral de sospecha para EI y extremar los cuidados durante procedimientos invasivos. 

Gentileza Dr. Ignacio Batista y Dr. Ariel Duran.
Montevideo, Uruguay.

Dr. Ignacio Batista y Dr. Ariel Duran.

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