Si bien la incidencia de trombos intracavitarios tras un infarto agudo de miocardio (IAM) ha disminuido gracias a la optimización de los tiempos en la angioplastia primaria, algunas series reportan tasas de hasta un 6% de trombo ventricular izquierdo (TVI) posterior a un síndrome coronario agudo con elevación del ST (SCACEST). Este porcentaje aumenta hasta un 19% cuando el territorio afectado es anterior y se acompaña de deterioro de la función ventricular.
La presencia de TVI está asociada a un riesgo cuatro veces mayor de embolismos sistémicos y al doble de mortalidad. Actualmente, no se han producido cambios en las guías clínicas respecto al manejo farmacológico, manteniéndose la warfarina como el fármaco de elección. Sin embargo, la evidencia sobre el uso de anticoagulantes orales de acción directa (DOACs) sigue siendo limitada.
El equipo de Yaser Jenab y colaboradores comparó, de forma aleatorizada, el uso de warfarina frente a rivaroxabán en pacientes con SCACEST complicado con TVI, complementando su estudio con un metaanálisis de los datos disponibles hasta la fecha.
Diseño del estudio
Se incluyeron pacientes adultos entre 18 y 80 años con diagnóstico de TVI confirmado por ecocardiografía en las dos semanas posteriores al SCACEST. Se excluyeron aquellos con contraindicación para el uso de DOACs, enfermedad valvular reumática, síndrome antifosfolipídico, shock cardiogénico o deterioro de la función renal (<30 ml/min).
Los pacientes asignados al grupo de rivaroxabán recibieron 15 mg diarios, además de clopidogrel 75 mg y aspirina, mientras que los asignados a warfarina recibieron esta última junto con clopidogrel y aspirina. En ambos grupos, la aspirina fue suspendida al séptimo día de tratamiento. El seguimiento se extendió hasta los tres meses.
El punto final primario fue la resolución completa del TVI al cabo de tres meses, mientras que los desenlaces secundarios incluyeron la proporción de pacientes con embolismo sistémico, eventos cardiovasculares mayores (MACE) y mortalidad por todas las causas.
Resultados
Se incluyeron 50 pacientes aleatorizados 1:1 con una edad promedio de 55 años, de los cuales el 18% eran mujeres. El 90% presentó IAM en el territorio anterior. A los tres meses, la resolución del TVI ocurrió en el 76% de los pacientes tratados con rivaroxabán, frente al 54.2% de los tratados con warfarina (RR 1.40, IC 95%: 0.91-2.15; p = 0.12). No se registraron eventos de embolismo sistémico, pero se reportaron dos casos de sangrado clínicamente evidente en el grupo de rivaroxabán, ninguno clasificado como sangrado mayor.
En el metaanálisis, que incluyó 228 pacientes con TVI post-IAM (excluyendo los del presente estudio), se observaron resultados similares. La tasa de resolución del trombo fue del 80.8% en los pacientes tratados con DOACs frente al 70.5% de los tratados con warfarina (RR 1.14, IC 95%: 0.98-1.32; p = 0.08). Además, los DOACs mostraron un menor riesgo de eventos hemorrágicos (1.7% frente al 8%; diferencia de riesgo -0.06; IC 95%: -0.12 a 0; p = 0.005).
Conclusiones: eficacia y seguridad de los anticoagulantes en el tratamiento del trombo ventricular post-SCACEST
Este pequeño estudio realizado en Teherán demostró una buena tasa de resolución del TVI con el uso de DOACs, sin asociarse a un aumento significativo en el riesgo de sangrado.
Referencia: Jenab Y, Sadeghipour P, Mohseni-Badalabadi R, et al. Direct oral anticoagulants or warfarin in patients with left ventricular thrombus after ST-elevation myocardial infarction: a pilot trial and a prespecified meta-analysis of randomised trials. EuroIntervention. 2025;21:DOI: 10.4244/EIJ-D-24-00527.
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