La tomografía tomó la posta para desarrollar un software capaz de calcular el FFR de una lesión de manera no invasiva. La resonancia magnética no podía quedarse atrás y también probó la no inferioridad con respecto al FFR, según este trabajo recientemente publicado en la prestigiosa NEJM llamado MR-INFORM.
En pacientes con angina crónica estable y factores de riesgo coronario para enfermedad coronaria, la perfusión miocárdica con resonancia se asoció con una menor incidencia de revascularización que el FFR y resultó no inferior a este último con respecto a eventos cardíacos mayores.
Toda la evidencia (y de la mano de esta, las guías) nos llevan a que la revascularización debe estar justificada por la isquemia. La anatomía queda atrás dejando lugar a la función para tomar la decisión de revascularizar o no. Obviamente, una vez tomada la decisión, herramientas como el IVUS o el OCT son de gran utilidad para planear la estrategia. De hecho, el IVUS en particular ha demostrado disminuir la mortalidad cuando guía la angioplastia, y esto es especialmente cierto para el tronco de la coronaria izquierda
El MR-INFORM randomizó 918 pacientes con angina típica y al menos dos factores de riesgo cardiovascular o una prueba de esfuerzo positiva a una revascularización guiada por perfusión con resonancia vs FFR.
La revascularización fue recomendada para aquellos pacientes con al menos un monto del 6% de isquemia en la resonancia o para el grupo FFR con un valor de 0.8 o menos.
El end point primario fue un combinado de muerte, infarto no fatal o revascularización del vaso blanco al año. El corte para considerar la no inferioridad fue una diferencia del 6%.
Un total de 184 sobre 454 (40.5%) del grupo resonancia y unos 213 de 464 del grupo FFR (45.9%) cumplieron los criterios de necesidad de revascularización (p=0.11), aunque finalmente se revascularizaron menos en el grupo resonancia (35.7% vs 45%; p=0.005).
El end point primario ocurrió en el 3.6% del grupo guiado por resonancia vs 3.7% del grupo guiado por FFR, con estos números la resonancia alcanzó la no inferioridad.
Al año, el porcentaje de pacientes libres de angina resultó similar entre los dos grupos (49.2% el grupo resonancia vs 43.8% el grupo FFR).
Conclusión
En pacientes con angina crónica estable y factores de riesgo coronario, la estrategia de tratamiento guiada por perfusión miocárdica con resonancia magnética cardíaca se asoció a una menor tasa de revascularización que con FFR y, además, la resonancia resultó no inferior en eventos cardiovasculares mayores.
Título original: Magnetic Resonance Perfusion or Fractional Flow Reserve in Coronary Disease.
Referencia: Eike Nagel et al. N Engl J Med 2019;380:2418-28.
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