La angina refractaria se define como la presencia de síntomas de isquemia que no pueden ser controlados mediante tratamiento médico óptimo (TMO) o terapias intervencionistas. Estos pacientes suelen tener una calidad de vida (QoL) considerablemente afectada y generan altos costos para los sistemas de salud. Por ello, el objetivo principal del tratamiento en estos casos es reducir los síntomas, mejorar la QoL y disminuir la necesidad de hospitalizaciones recurrentes.
El Reducer (Shockwave Medical Inc.) es un dispositivo diseñado para reducir el diámetro del seno coronario (SC), creando un estrechamiento focal que favorece la redistribución del flujo miocárdico hacia el subendocardio isquémico. Estudios previos, como COSIRA y ORBITA-COSMIC, han demostrado que este dispositivo puede disminuir significativamente los episodios de angina.
El estudio REDUCER-I es un trabajo observacional no aleatorizado llevado a cabo en 9 centros europeos, que evaluó la efectividad y seguridad del Reducer en una cohorte amplia y compleja de pacientes con angina refractaria no revascularizable. Recientemente, se presentó un análisis interino con resultados a 3 años.
El punto final primario de efectividad fue el porcentaje de pacientes que experimentaron una mejora en la clase funcional de angina (CCS) a los 6 meses en comparación con el estado basal. Por su parte, el objetivo primario de seguridad incluyó la incidencia de eventos adversos graves periprocedimiento y eventos cardiovasculares mayores (MACE) a los 30 días postimplante.
Un total de 382 pacientes fueron incluidos, de los cuales el 97.1% recibió el dispositivo (95.3% en el primer intento). La edad promedio fue de 68.8 años, con un 78% de hombres. Además, el 73.6% tenía antecedentes de cirugía de revascularización miocárdica (CRM), el 72.2% presentaba angina en clase funcional CCS III-IV y el 66.1% estaba en tratamiento con tres o más fármacos antianginosos.
Al inicio, los pacientes tenían un promedio de CCS de 2.8±0.6, que mejoró a 1.8±0.8 a los 6 meses (-0.9±0.8; P < 0.0001). De los pacientes con angina incapacitante (CCS III-IV, 72%), solo el 18.2% permaneció en esta categoría a los 6 meses, mientras que el 69.8% mejoró al menos una clase funcional y el 24.1% mejoró dos o más clases.
En términos de seguridad, la incidencia de MACE a 30 días fue del 1.6% (IC 95%: 0.7%-3.6%). Se reportaron seis casos de infarto agudo de miocardio (IAM) dentro de los primeros 30 días, aunque ninguno estuvo relacionado con el procedimiento. Asimismo, la tasa de eventos adversos graves fue del 1.1%, incluyendo un IAM, un derrame pericárdico y tres casos de migración del dispositivo.
Los puntajes de calidad de vida (QoL) medidos por el cuestionario SAQ y la frecuencia de angina mostraron mejoras significativas respecto al estado basal (P < 0.0001). En el análisis interino a 3 años, los pacientes en seguimiento mantuvieron una disminución sostenida de la clase funcional CCS, con menos del 20% en CCS III-IV (P < 0.0001).
Conclusiones
El implante del Reducer en esta población compleja resultó en una reducción significativa de la clase funcional CCS en casi el 70% de los pacientes, con beneficios sostenidos a los 6 meses y 3 años. Además, el procedimiento demostró ser seguro, con pocos eventos adversos reportados.
Título Original: Coronary Sinus Narrowing for Treating Refractory Angina. REDUCER-I Multicenter “Real-World” Observational Study Primary Endpoint Analysis
Referencia: Verheye S, van de Hoef TP, de Silva R, van Kuijk JP, Byrne J, Montorfano M, Buschmann E, Dupont M, West NEJ, Banai S; REDUCER-I Study Investigators. Coronary Sinus Narrowing for Treating Refractory Angina: REDUCER-I Multicenter «Real-World» Observational Study Primary Endpoint Analysis. JACC Cardiovasc Interv. 2024 Dec 23;17(24):2908-2918. doi: 10.1016/j.jcin.2024.08.047. Epub 2024 Nov 6. PMID: 39520437.
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