La estenosis aórtica es una valvulopatía cada vez más común debido a la prolongación de la esperanza de vida en la actualidad. El tratamiento principal actualmente consiste en la cirugía o el implante percutáneo de una válvula aórtica (TAVI).
Uno de los principales desafíos de esta enfermedad es su progresión. Las guías europeas recomiendan realizar ecocardiografías Doppler cada 2 o 3 años en casos leves y poco calcificados, anualmente en casos moderados y cada 6 meses en casos severos para evaluar la necesidad de tratamiento. Por otro lado, las guías estadounidenses son algo menos estrictas, recomendando ecocardiografías cada 3 a 5 años en casos leves, cada 1 o 2 años en casos moderados y cada 6 a 12 meses en casos severos.
Se llevó a cabo un estudio en el que se analizó a 540 pacientes con estenosis aórtica que presentaban un área valvular aórtica >1 cm2 y ≤1.5 cm2, un gradiente medio ≥20 mmHg y ≤40 mmHg y una jet de velocidad pico ≥3 m/s y <4 m/s.
Se les realizó una ecocardiografía basal y otra a los 6 meses. Se observó que 270 pacientes presentaban una progresión lenta (PL) con un aumento del área valvular de 0,04 cm2 por año, mientras que el resto mostraba una progresión rápida (PR) con un aumento de 0,15 cm2 por año.
Los pacientes con PR tendían a ser mayores (69 vs. 65 años, p>0.001) y a presentar válvulas aórticas bicúspides, fibrilación auricular y deterioro de la función renal, sin diferencias significativas en otras comorbilidades.
Además, mostraron un área valvular aórtica inicialmente mayor (1,4 cm2 vs. 1,3 cm2, p<0,001) sin diferencia en los gradientes, ni en la presencia de insuficiencia aórtica, mitral o tricuspídea. La masa indexada del ventrículo izquierdo fue mayor en los que presentaron PR.
A lo largo del seguimiento, se observó una disminución del área valvular aórtica de 0,09 cm2, una velocidad pico de 0,17 m/s y un gradiente de presión de 3,1 mmHg por año.
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Después de 10 años de seguimiento, se encontró que los pacientes con PR tenían una mayor tasa de reemplazo valvular aórtico (TAVI o cirugía) (54,8% vs. 41,1%, p=0,002), así como una mayor mortalidad (40,7% vs. 25,6%, p<0,001) y hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca (20,9% vs. 1,08%, p=0,002), sin diferencias significativas en fibrilación auricular, infarto, necesidad de marcapaso, ATC, CRM, stroke o enfermedad vascular periférica.
Los predictores de progresión rápida fueron la edad avanzada, la fibrilación auricular, la masa indexada del ventrículo izquierdo y el deterioro de la función renal.
Conclusión
La disminución lineal en pacientes individuales del área valvular aórtica demostró que la progresión rápida de la estenosis aórtica se asoció de manera independiente con una mayor mortalidad. El seguimiento clínico y ecocardiográfico periódico puede predecir esta progresión y ayudar a determinar el manejo óptimo de los pacientes con estenosis aórtica.
Dr. Carlos Fava.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.
Título Original: Prediction of the Individual Aortic Stenosis Progression Rate and its Association With Clinical Outcomes.
Referencia: Constantijn S. Venema, et al. JACC Adv 2024;3:100879.
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