Stents farmacológicos de 2° generación para tronco de coronaria izquierda.

Título original: Zotarolimus- versus Everolimus-Eluting Stents for Unprotected Left Main Coronary Artery Disease. ISAR-LEFT MAIN 2 Study. Referencia: Julinda Mehilli et al. J Am Coll Cardiol, article in press.

 

Las mejoras en la 2° generación de stents farmacológicos llevaron a una mayor eficacia y seguridad, sin embargo había poca información sobre estas nuevas plataformas para tratar el tronco de coronaria izquierda.

Este trabajo comparó a dos stents farmacológicos con polímero permanente, el liberador de zotarolimus Resolute stent (ZES, Medtronic CardioVascular, Santa Rosa, California) y al liberador de everolimus Xience stent (EES, Abbott Vascular Devices, Santa Clara, California) en una población relativamente poco seleccionada con lesión de novo del tronco de coronaria izquierda no protegido ≥50% y síntomas o evidencia de isquemia miocárdica.

El end point primario del estudio fue un combinado de muerte, infarto y revascularización al año y el secundario, la incidencia de trombosis del stent definitiva/probable y la incidencia de reestenosis binaria en el seguimiento angiográfico. Entre el 2007 y el 2011 un total de 650 pacientes con lesión de tronco de coronaria izquierda no protegido fueron randomizados a angioplastia con ZES vs EES.

La proporción de pacientes con alto riesgo quirúrgico fue similar en ambos grupos (37% vs 35.3%; p=0.7) al igual que el compromiso del tronco distal (83% vs 76.8%; p=0.13). La técnica predominante fue de un solo stent y tratar otras lesiones estuvo permitido (34% vs 30%; p=0.25) utilizando el mismo tipo de stent que en el tronco.

Ambos presentaron idéntica incidencia de trombosis definitiva (0.6%) sumado a un solo paciente con trombosis probable en la rama ZES. La incidencia del end point combinado primario fue del 17.5% en el grupo ZES vs 14.3% en el grupo EES, esta diferencia del 3.2% no alcanzó la significancia estadística.

En los pacientes que recibieron 2 stents para tratar la bifurcación el end combinado resultó de 22.7% vs 13% en los que recibieron solo uno (RR 1.86; 95% IC 1.26 a 2.74). No se observó interacción entre el tipo de stent y la técnica utilizada en la bifurcación. El seguimiento angiográfico a una media de 203 días estuvo disponible para el 73.1% de los pacientes que recibieron ZES y para el 69.3% de los EES. La incidencia de reestenosis binaria (≥ 50% por angiografía cuantitativa) no fue diferente entre los dos stents (ZES 21.5% vs EES 16.8%; p=0.24).

Conclusión:

Ambos stents farmacológicos de 2° generación mostraron resultados angiográficos y clínicos comparables al año para tratar el tronco de coronaria izquierda no protegido en una población relativamente no seleccionada.

Comentario editorial: 

La menor cantidad de eventos de lo esperado impactó negativamente en el poder estadístico del estudio que solo alcanzó un poder del 57% para el margen de no inferioridad. A pesar de lo anterior no parece haber diferencias importantes entre las dos plataformas para tratar el tronco de coronaria izquierda. El seguimiento angiográfico en el 70% de la población y la definición de TLR como cualquier nuevo procedimiento de revascularización para el segmento sin que sean necesarios síntomas clínicos o evidencia de isquemia probablemente exageró la incidencia de revascularización. 

SOLACI.ORG

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