La mejora en las estrategias de reperfusión del infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST) ha transformado el pronóstico de esta patología. La angioplastia primaria (P-PCI) ha permitido una rápida estabilización clínica, con altas tasas de éxito técnico y una reducción significativa de complicaciones en muchos pacientes. Este avance ha dado lugar a un nuevo perfil de riesgo en el período post evento, posibilitando que un número creciente de pacientes se recupere sin eventos adversos durante la internación.
Sin embargo, la duración de la hospitalización tras una P-PCI continúa siendo motivo de debate. Si bien las guías clínicas reconocen la viabilidad del alta temprana en pacientes con estabilidad clínica, su implementación en la práctica cotidiana es aún variable. Factores como la percepción de seguridad, la estructura del sistema de salud y, especialmente, los crecientes costos de la atención hospitalaria, alimentan esta controversia.
Rathod et al. realizaron un estudio con el objetivo de evaluar la seguridad a largo plazo del alta hospitalaria precoz (<48 horas, AHP) mediante el análisis de eventos cardiovasculares mayores (MACE) a 12 meses. Además, se propusieron valorar la titulación y adherencia al tratamiento en ese mismo período, así como la costo-efectividad de esta estrategia en pacientes con IAMCEST de bajo riesgo tras una P-PCI exitosa.
Entre abril de 2020 y marzo de 2023, se externaron precozmente 1.500 pacientes. La edad media fue de 59,4 años, el 84,1% eran hombres y el 24,5% tenía diabetes. Se observó una alta tasa de realización de ventriculografía, lo que refleja una evaluación temprana de la función ventricular, aunque se reportaron dificultades para obtener ecocardiogramas inmediatos.
La estancia media del grupo AHP fue de 24,9 horas (rango: 17 a 40 horas), en contraste con 68,1 horas en el grupo de alta estándar (P<0,001). A las 12 semanas de seguimiento, el 69% de los pacientes con AHP se encontraban en dosis óptimas de tratamiento médico. En cuanto a la adherencia farmacológica, el 80% reportó una adherencia moderada a alta (Escala de Morisky = 8).
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El grupo de alta precoz presentó una mortalidad total del 0,6% (0,13% de causa cardiovascular), con una tasa de MACE del 3,1%. En comparación, la cohorte con ≥48 horas de internación tuvo un MACE del 5,5%. En el análisis con scores de propensión, no se observaron diferencias significativas en la mortalidad ajustada (HR: 0,94; IC 95%: 0,78–1,22), pero sí una reducción significativa de MACE (HR: 0,70; IC 95%: 0,58–0,92).
Se empleó un modelo de árbol de decisiones a 30 días, incorporando costos directos (hospitalización, reingresos, consultas) y desenlaces clínicos (eventos adversos mayores, reingresos, calidad de vida). Los resultados demostraron que la estrategia de alta precoz no solo redujo los costos totales, sino que también ofreció un beneficio clínico al menos equivalente, permitiendo clasificarla como una estrategia “dominante”. Este término, en economía de la salud, se refiere a una intervención que es simultáneamente más efectiva y menos costosa que su comparador.
Conclusiones
El presente análisis respalda el alta precoz luego de la P-PCI en pacientes cuidadosamente seleccionados con IAMCEST de bajo riesgo. Esta estrategia demuestra ser no solo clínicamente segura, sino también eficiente desde una perspectiva económica.
Título original: Cost-Effectiveness of Early Discharge (<48 Hours) for Low-Risk Patients Following PPCI for STEMI.
Referencia: Rathod KS, Comer K, Casey-Gillman O, Moore L, Antoniou S, Fhadil S, Wright P, Mather J, Yick MCT, Vyas R, Wang RB, Ozkor MA, Guttmann OP, Baumbach A, Archbold RA, Wragg A, Jain AK, Choudry FA, Mathur A, Jones DA. Cost-Effectiveness of Early Discharge (<48 Hours) for Low-Risk Patients Following PPCI for STEMI. JACC Cardiovasc Interv. 2025 Jun 23;18(12):1499-1509. doi: 10.1016/j.jcin.2025.04.045. PMID: 40562463.
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