La Disección Aórtica Tipo A de Stanford puede ser tratada mediante endoprótesis

Título Original: Endovascular Repair of Ascending Aortic Dissection. A Novel Treatment Option for Patients Judged Unfit for Direct Surgical Repair. Referencia: Qingsheng Lu, et al. J Am Coll Cardiol 2013;61:1917–24.

El aneurisma disecante Tipo A representa el 60% de las disecciones aórticas, siendo un verdadero desafío tanto la estrategia terapéutica como el momento adecuado para llevarla a cabo debido a las graves complicaciones que presenta esta patología. En este análisis se incluyeron 41 pacientes (ptes) que ingresaron entre el 2009 y el 2011 con disección aórtica tipo A, de los cuales 15 recibieron tratamiento por vía endovascular por alto riesgo quirúrgico. Las causas de exclusión fueron: zona de anclaje

La endoprótesis utilizada fue Zenith TX2 (Cook, Bloomington, Indiana) con el objetivo de sellar la entrada proximal de la disección sin llegar a cubrir el tronco braquiocefálico. El tiempo entre la disección y el implante fue de 25.5 días (6-353), 5 ptes se realizaron en la fase aguda. Ningún pte presentó muerte u otra complicación a nivel hospitalario, excepto dos que presentaron arritmias. La estadía hospitalaria fue de 3.3±1 días El seguimiento se realizó a 26 meses (16-35) presentando solo una re intervención, ningún pte presentó insuficiencia aórtica severa o muerte. En los 15 ptes se observó trombosis completa de la falsa luz de la aorta ascendente y en 10 trombosis de la falsa luz de la descendente. No hubo cambios en la fracción de eyección ni en los diámetros de fin de diástole del ventrículo izquierdo, si se observó una disminución significativa de los diámetros de la aorta proximal y distal y un incremento significativo de la luz verdadera.

Conclusión: 

El tratamiento endovascular de la aorta ascendente por disección Tipo A fue una opción apropiada en ptes que no eran buenos candidatos a cirugía convencional.

Comentario editorial: 

La posibilidad de resolver esta patología mediante el implante de una endoprótesis con buenos resultados nos alienta a plantearla como una estrategia terapéutica en aquellos pacientes no candidatos a cirugía. En un análisis realizado por el Dr. Sobocinski en el año 2011 se observó que la mitad de los ptes podían ser tratados mediante esta técnica, lo cual nos invita a seguir investigando y estimula a desarrollar nuevos dispositivos más eficaces abarcando a mayor número de pacientes. 

 

Gentileza Dr. Carlos Fava
Cardiólogo intervencionista.
Fundación Favaloro. Argentina.

Dr. Carlos Fava.

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