Nuevos dispositivos para el tratamiento percutáneo de la insuficiencia aórtica nativa: se expanden los horizontes

La insuficiencia aórtica severa (AR) puede representar entre el 20% y el 30% de los reemplazos aórticos quirúrgicos (SAVR) y a menudo se presenta junto con estenosis aórtica (AS). 

Nuevos dispositivos para el tratamiento percutáneo de la insuficiencia aórtica nativa: se expanden los horizontes

El tratamiento transcateter de estos pacientes se ve limitado debido a factores anatómicos, como la dilatación de la raíz y el anillo, grandes dimensiones anulares y menor calcificación de la valva que sirva como anclaje para las prótesis actualmente disponibles. 

La experiencia con válvulas de segunda generación diseñadas para el tratamiento de la AS ha demostrado alta tasa de complicaciones y resultados subóptimos. Hasta la fecha, no hay válvulas transcateter que hayan sido aprobadas para su uso en pacientes con AR. 

El objetivo de este registro multicéntrico observacional fue describir la experiencia en Estados Unidos con el uso compasivo de un dispositivo dedicado transcateter llamado J-Valve. La J-Valve es una válvula autoexpandible de bajo perfil de Nitinol y pericardio bovino. 

En este estudio se analizaron los datos de 27 pacientes con AR severa tratados con J-Valve entre 2018 y 2022. La edad media de los pacientes fue de 81 años y la mayoría eran hombres. Además, el 81% de los pacientes presentaban alto riesgo quirúrgico (score STS medio 4.3; rango: 2.6-5.3). La mayoría de los pacientes presentaban síntomas avanzados de insuficiencia cardiaca (clasificación NYHA CF III o IV en el 96% de los casos). Con respecto a las características de la válvula, la etiología más común fue la degenerativa (78%) y la morfología más frecuente fue la tricúspide (89%). La fracción de eyección media fue de 54%. En cuanto a los procedimientos, la mayoría fueron electivos (96%), se realizaron bajo anestesia general (85%) y por vía transfemoral (75%). 

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El éxito del procedimiento, definido como implante de la J-Valve sin necesidad de convertir a cirugía o requerir un segundo dispositivo, fue del 81% (22 de los 27 casos). En cuanto a los resultados clínicos intrahospitalarios, se registró una muerte debido a una falla multiorgánica y sepsis luego de la embolización del dispositivo, un caso de accidente cerebrovascular (ACV) en un paciente con acceso transcarotídeo y cinco complicaciones vasculares relacionadas con el acceso. A 30 días, no se reportaron muertes, ACV ni hospitalizaciones adicionales. El 13% de los pacientes requirió un marcapasos definitivo y la mayoría (88%) se encontraba en la clasificación NYHA CF I o II. En el análisis ecocardiográfico, se observó una ausencia de AR residual en el 52% de los pacientes, sin presencia de AR moderada o severa. 

Conclusión 

La experiencia en Estados Unidos con el uso compasivo de la J-Valve para el tratamiento de AR nativa mostró resultados positivos. Se observó un aumento en los éxitos del procedimiento, una reducción de las complicaciones, una disminución marcada de los síntomas de insuficiencia cardiaca y una mejora en los parámetros hemodinámicos. El tratamiento percutáneo de esta valvulopatía está experimentando un rápido avance y se espera que el desarrollo de nuevos dispositivos permita una expansión de esta terapéutica en el futuro próximo. 

Dr. Andrés Rodríguez.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org.

Título Original: Transcatheter Treatment of Native Aortic Valve Regurgitation The North American Experience With a Novel Device.

Referencia: Santiago Garcia, MD et al J Am Coll Cardiol Intv 2023.


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