Reemplazo percutáneo también para válvulas aórticas bicúspides

Título original: Comparison of Results of Transcatheter Aortic Valve Implantation in Patients with Severely Stenotic Bicuspid versus Tricuspid or Non-Bicuspid Valves. Referencia: Charis Costopoulos et al. Am J Cardiol. 2014 Jan 31. pii: S0002-9149(14)00554-2.

 

La válvula bicúspide es la anomalía congénita de la válvula aórtica más frecuente con una incidencia aproximada del 1% en la población general y habitualmente se manifiesta con estenosis o insuficiencia.

Hay poca información sobre el reemplazo percutáneo (TAVR) de válvulas aórticas bicúspides con estenosis severa y menos aún trabajos que comparen los resultados de estas contra el reemplazo percutáneo en válvulas tricúspides dado que el hecho de ser bicúspide fue un criterio de exclusión en prácticamente todos los trabajos de TVAR.

21 pacientes consecutivos con diagnóstico de estenosis severa por válvula bicúspide fueron tratados con la prótesis Edwards o la prótesis Core Valve entre el 2007 y el 2012 en un centro. Los resultados fueron comparados con una cohorte de pacientes (n=447) que recibieron TVAR con las mismas prótesis y en el mismo período de tiempo.

Los pacientes con válvula bicúspide resultaron más jóvenes y con un anillo aórtico más grande que la cohorte con válvula tricúspide. La válvula pudo ser exitosamente implantada en el 85.7% de los pacientes con válvula bicúspide vs el 94.4% (p=0.10) de los pacientes con válvula tricúspide, esta diferencia estuvo fundamentalmente basada en la más frecuente necesidad de una segunda válvula en los primeros.

Además fue más frecuente la necesidad de post dilatación en la cohorte bicúspide (52.4% vs. 23.5%; p<0.01). A 30 días la mortalidad global (14.2% vs. 3.6%; p=0.02) y la mortalidad cardiovascular (9.5% vs. 2.7%, p=0.07) resultaron más frecuentes en el grupo con válvula bicúspide al igual que al año de seguimiento (mortalidad global 31.7% vs. 13.7%; p=0.03 y mortalidad cardiovascular 10.5% vs. 7.4%; p=0.62 respectivamente).

Conclusión

El reemplazo valvular aórtico percutáneo en pacientes de alto riesgo quirúrgico y estenosis aórtica severa por válvula bicúspide es factible aunque con una tasa de éxito menor al de los pacientes con válvula tricúspide demostrando que son necesarios más estudios para identificar al subgrupo de pacientes que mejor se adaptan al reemplazo percutáneo.

Comentario editorial

La mayor necesidad de post dilatación podría deberse a la calcificación asimétrica (común en las válvulas bicúspides) que impediría una expansión completa de la prótesis con la consiguiente mayor insuficiencia aórtica para valvular. La post dilatación pude ser útil aunque, específicamente en estos pacientes, el riesgo de rotura del anillo es mayor. Probablemente la válvula auto expandible Core Valve se adapte mejor al anillo elíptico de estos pacientes.

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