IVUS en el síndrome coronario agudo, ¿una nueva necesidad?

El uso de la ultrasonografía intravascular (IVUS) ha crecido exponencialmente a lo largo de los años en diversos registros, y este crecimiento se encuentra acompañado de evidencia cada día más robusta. El hecho de poder caracterizar pre-intervención la morfología y extensión de la placa ateroesclerótica, hasta evaluar la expansión del stent post angioplastia, ha sido un pilar para mejorar los desenlaces comparado con la angioplastia dirigida por angiografía, en múltiples ensayos aleatorizados.

El uso del ultrasonido intravascular en la angioplastia de tronco no protegido se asocia con mejores resultados en comparación con la angioplastia guiada solo por angiografía.

Sin embargo, en el contexto clínico del síndrome coronario agudo (SCA), aún no hay una evidencia fuerte como para avalarlo como una herramienta imprescindible.

Si bien en la mayoría de los pacientes con SCA se puede evidenciar a la lesión culpable y realizar angioplastia, existe un porcentaje no despreciable en los que se plantea una duda diagnóstica, como por ejemplo aquellos que presentan heterogeneidad en la clínica, sin cambios en el ECG y hasta la ausencia de alteraciones segmentarias en el ecocardiograma. En estos casos, un 30% puede tener falta de una lesión culpable y aproximadamente un 10% presentar múltiples lesiones posiblemente culpables. Por lo cual, la definición con un método de imágenes como IVUS podría aclarar las dudas diagnósticas.

A través de este estudio observacional, recientemente publicado en AHA, los investigadores se plantearon si el uso de IVUS genera algún impacto clínico en el tratamiento del SCA en el largo plazo. 

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Analizaron el registro nacional y multicéntrico de SCA de Korea (KAMIR-NIH), con y sin supradesnivel ST, entre 2011 y 2015, con un seguimiento promedio a tres años, seleccionando aquellos pacientes “angioplastiados” con stents de segunda generación. El desenlace primario es el target lesion failure (TLF) a tres años, que es un compuesto de muerte cardíaca, infarto de miocardio y revascularización guiada por isquemia de la lesión responsable. 

En la población estudiada (n=9007) se realizó el implante del stent de segunda generación a 7120 pacientes guiado por angiografía y a 1887 pacientes conducido por IVUS. 

Observaron que el riesgo de TLF a los 3 años fue significativamente menor en el grupo de tratamiento guiado por IVUS vs el de angiografía (HR, 0.59, 0.47-0.73, p<0.001), principalmente a expensas de la mortalidad cardíaca y del IAM relacionado a la lesión responsable. 

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Dicha disminución del desenlace primario se mantuvo en los múltiples análisis de sensibilidad y en los distintos subgrupos pre-especificados. Lo mismo ocurrió con los desenlaces secundarios de mortalidad cardíaca (HR=0.56, 0.42-0.73 p<0.001) y también los MACE (HR=0.76, 0.66-0.87, p<0.001).

Conclusiones de los Autores

Con las limitaciones propias de no ser un estudio randomizado, se realizaron los análisis de sensibilidad y propensión observándose una disminución significativa del TLF a tres años, siendo el mismo a expensas de desenlaces duros como la mortalidad y el infarto relacionado a la arteria culpable. Estos resultados sugieren un rol importante del IVUS en el tratamiento del síndrome coronario agudo. 

Dr. Omar Tupayachi

Dr. Omar Tupayachi.
Miembro del Consejo Editorial de SOLACI.org

Título original: Role of Intravascular Ultrasound-Guided Percutaneous Coronary Intervention in Optimizing Outcomes in Acute Myocardial Infarction.


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